En las gráficas observamos el contraste de Bucaramanga hace unos 180 años, (gráfica blanco y negro -Fotos Gavassa) con la ciudad de hoy (iluminada -foto Mauricio Olaya)
La capital de Santander, Bucaramanga, ha logrado sin duda un inusitado desarrollo en los últimos años. Desde su creación el 22 de diciembre de 1.622, permaneció unos 268 años en un lento crecimiento, pues no contaba con ningún servicio publico fundamental.
En 1.825 se registró una evolución migratoria inesperada, procedente de Eruropa, atraida por el potencial aurífero de la meseta y sus zonas adyacentes. La entonces pequeña ciudad comenzó a ser ocupada por empresarios franceses, ingleses y alemanes que promovieron la industria y la producción de diversos renglones agríccolas y pecuarios.
En este crecimiento, ya en 1.890, se inició el proceso de gestión para conseguir luz eléctrica, comunicación telefónica y un acueducto residencial, pues los habitantes se surtían de agua extraida de pozos y de las quebradas que recorrian la meseta.
Bucaramanga comenzó a pasar de un pueblo subdesarrollado a ciudad porróspera, solo en los últimos 120 años, según los datos históricos.
En 1.825 se registró una evolución migratoria inesperada, procedente de Eruropa, atraida por el potencial aurífero de la meseta y sus zonas adyacentes. La entonces pequeña ciudad comenzó a ser ocupada por empresarios franceses, ingleses y alemanes que promovieron la industria y la producción de diversos renglones agríccolas y pecuarios.
En este crecimiento, ya en 1.890, se inició el proceso de gestión para conseguir luz eléctrica, comunicación telefónica y un acueducto residencial, pues los habitantes se surtían de agua extraida de pozos y de las quebradas que recorrian la meseta.
Bucaramanga comenzó a pasar de un pueblo subdesarrollado a ciudad porróspera, solo en los últimos 120 años, según los datos históricos.
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